Miremos para atrás, repasemos el año, no pensemos en el trabajo o en los eventos que nos sucedieron profesionalmente, o personalmente. Mucho menos pensemos en lo que le pasó al país o al mundo.
Mejor, concentrémonos en los libros que hemos conocido y hemos dado gracias conocer. Esas lecturas que queremos compartir porque de tan magníficas queremos que siga el efecto en otros lectores.
En los próximos días, el equipo de Fundación quiere contarles cuáles fueron los libros que han conmovido su año. Abriendo el espacio, Nathalie:
Tea Bag de Henning Mankell. Una novela atrapante que muestra los prejuicios, roces y dificultades que trae la inmigración en Europa.
Caín de José Saramago. La excelente pluma del escritor muestra otra cara del relato bíblico con gran destreza e ironía.
Biografía del hambre de Amèlie Nothomb. Esta nouvelle lleva al lector a los confines de la vida de la autora. Es imposible dejar de leerlo una vez que se empieza.
Solar de Ian McEwan. El autor muestra, a través de su protagonista, las miserias humanas y el egoísmo de la clase media, que se conjugan como causas del calentamiento global. Una lectura atrapante y reflexiva.
El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez. El escritor colombiano narra el devenir de su país natal y las contradicciones de la generación que sobrevivió a la guerrilla. Fascinante e intrigante.
¡Qué los disfruten tanto como Nathalie!